¿La salud mental es un medio o un fin en el deporte?
- Natalia Dancuart
- 5 oct 2024
- 4 Min. de lectura

¿Cuántas veces escuchaste (o te encontraste a vos mismo/a diciendo ) la frase "hago deporte por mi salud mental"?. En el mundo de hoy, donde el estrés y las exigencias parecen multiplicarse, el depórtese fue convirtiendo en un refugio para muchos. Pero, ¿realmente sabemos qué implica la salud mental cuando la usamos como motivación para equiparte y salir a correr, o para ir al gimnasio?
Escucho y veo a diario cómo las personas buscan en el ejercicio una forma de mejorar su bienestar. Y sí, el deporte tiene un impacto increíble en nuestra mente. Pero hay algo que a veces pasamos por alto: la salud mental no es solo la meta, también es el camino!
¿Qué es realmente la salud mental?
Antes de seguir, vamos a aclarar algo fundamental: la salud mental no se trata solo de "no estar loco". Va mucho más allá. Según la Organización Mundial de la Salud, es un "estado de completo bienestar físico, mental y social". Implica poder manejar las emociones, construir relaciones sanas, tener autoestima y poder disfrutar la vida.
Pero también se trata de cómo te relacionás con vos mismo/a.
Conocerte en profundidad: ¿Cuáles son tus límites? ¿Qué te motiva? ¿Qué te hace sentir bien? El autoconocimiento te permite elegir actividades que se adapten a vos, plantearte objetivos realistas y evitar frustraciones.
Quererte y aceptarte: La autoestima es fundamental para enfrentar los desafíos del deporte y de la vida. Reconocer tus logros, valorar tu esfuerzo y aceptarte tal como sos te da la fuerza para seguir adelante.
Cuidarte y escucharte: Prestar atención a tus necesidades, respetar tus tiempos y priorizar tu bienestar es esencial para mantener una práctica deportiva saludable y sostenible. No se trata de exigirte al máximo todo el tiempo, sino de encontrar un equilibrio entre el desafío y el disfrute.
El clásico dilema del huevo y la gallina
Pensá por un momento: ¿qué te motiva a entrenar semana tras semana? ¿Qué te ayuda a superar la pereza o el cansancio? Ahí es donde entra en juego tu salud mental. Si estás pasando por un momento difícil, si te sentís ansioso/a o desmotivado/a, ¿crees que va a ser fácil mantener la constancia en el deporte?
La respuesta es no. Necesitás una base de salud mental para poder disfrutar del deporte, para marcarte objetivos realistas y para superar los obstáculos que se te presenten.
Pero esto nos lleva a una pregunta clave: ¿la salud mental es un medio o un fin en el deporte? Es decir, ¿hacemos deporte para tener salud mental, o necesitamos tener salud mental para hacer deporte?
La realidad es que es un poco de ambas. Por un lado, el deporte puede ser una herramienta muy poderosa para mejorar nuestro bienestar psicológico. Nos ayuda a liberar tensiones, a conectar con nuestro cuerpo, a sentirnos más capaces y a aumentar nuestra autoestima.
Pero por otro lado, también necesitamos cierta estabilidad emocional para aprovechar al máximo los beneficios del deporte. Si estamos constantemente estresados, ansiosos o deprimidos, va a ser muy difícil mantener la motivación, la disciplina y la constancia necesarias para integrar el ejercicio en nuestra rutina.
Y no solo eso, un estado emocional negativo puede aumentar el riesgo de lesiones. ¿Por qué?
Menos atención, más riesgo: Cuando la mente está ocupada con preocupaciones, nos cuesta concentrarnos en lo que estamos haciendo. Esto puede llevar a errores en la técnica, movimientos forzados y, en consecuencia, lesiones.
Músculos tensos: El estrés y la ansiedad se acumulan en el cuerpo, generando tensión muscular. Músculos tensos son menos flexibles y más propensos a lesionarse.
El dolor se ignora: Las emociones intensas pueden distorsionar la percepción del dolor. Podemos ignorar señales de nuestro cuerpo y seguir entrenando a pesar de una lesión, empeorando las cosas.
Defensas bajas: El estrés crónico debilita el sistema inmune, haciéndonos más vulnerables a enfermedades que dificultan la recuperación.
Entonces, ¿qué viene primero?:

La salud mental y el deporte se retroalimentan. Cuanto mejor es nuestra salud mental, más fácil nos resulta disfrutar del deporte y mantenernos activos. Y a su vez, el deporte contribuye a fortalecer nuestra salud mental, creando un círculo virtuoso.
El equilibrio: la clave del éxito
¿ Nos devuelve el deporte la salud mental? No exactamente. Es una herramienta poderosa, pero no la única. No se trata de hacer deporte para "arreglar" problemas emocionales, sino de cultivar un estado mental saludable que te permita aprovechar al máximo los beneficios del ejercicio.
Imagináte que estás aprendiendo a tocar la guitarra. Si tenés una guitarra desafinada, por más que practiques, la música no va a sonar bien, bueno, con la salud mental pasa algo similar. Si no cuidás tu bienestar emocional, el deporte por sí solo no va a ser suficiente.
Claro que siempre hay excepciones, historias inspiradoras de personas que encontraron en el deporte una tabla de salvación, un camino para salir de la oscuridad

Para ir finalizando, empezá a considerar la idea de olvidarte de la mentira de que el "cuerpo perfecto y un gran rendimiento es igual a una mente sana". El deporte, por sí solo, no te garantiza una salud mental a prueba de balas. Es una pieza clave, pero no la única. Podés tener abdominales de acero o ganar partidos todos los fines de semana, pero, de que sirve eso si si te dejas dominar por el celular, descuidas tus emociones o no sabes conectar con los demás.
El deporte es un gimnasio para el cuerpo y la mente, te pone a prueba, te exige, te hace crecer... pero no hace milagros. Si no te conoces a vos mismo, si no sabés manejar tus emociones, si tus relaciones son un campo minado, de nada te sirve ser una máquina de correr. La salud mental se construye con conciencia, no con kilómetros ni kilos. Así que acompañemos el movimiento con una mente en equilibrio, para una vida realmente plena.
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