top of page

La tribuna de los anónimos: el poder de las críticas ¿Quién maneja tu confianza?


ree

Te encontrás revisando redes después de un partido para ver “qué dicen”.. Notás que tu estado de ánimo cambia según lo que leas o escuches sobre vos, no sos la única persona y no es debilidad: es la lógica de una época que nos exige exposición pero no nos enseña a protegernos emocionalmente. Nos olvidamos que nunca te va a criticar alguien  que logro más que vos, las críticas usualmente vienen de quienes hicieron menos que vos desde el desconocimiento del camino por eso juzga solo el resultado.l


Imaginá subirte a tu auto, ponerlo en marcha… y entregarle el volante a un desconocido. No sabés quién es, ni adónde va. No tiene registro, ni idea del camino. Vos vas en el asiento de al lado, con los cinturones bien puestos, mientras él acelera sin rumbo, doblando donde quiere, frenando cuando no hace falta.


Eso es lo que pasa cuando nos dejamos llevar por comentarios y críticas.Y no solo nos dejamos llevar… ¡hasta les creemos!

Así como sería riesgoso y absurdo permitir que alguien sin preparación ni vínculo personal tome el control de nuestro auto, también es peligroso dejar que personas ajenas a nuestro proceso—que no nos conocen, que no han compartido nuestras horas de esfuerzo—dirijan lo que sentimos sobre nosotros mismos.


Cuando la mirada de afuera pesa más que la propia

La pregunta no es si hay críticas. Siempre las va a haber. La pregunta es:¿Por qué nos duelen tanto? Nos duelen porque muchas veces nos agarran en momentos de vulnerabilidad, donde aún estamos construyendo quiénes somos o dudando de nuestras capacidades. También porque tenemos un sesgo natural hacia lo negativo: el cerebro tiende a prestar más atención a una crítica que a diez elogios. Y, sobre todo, nos afectan cuando vienen de afuera pero resuenan con dudas internas que todavía no terminamos de resolver. Cuando no tenemos afirmada nuestra identidad, cualquier juicio externo puede parecer una verdad.


En este tiempo, ser deportista significa estar visible. Tus gestos, tus resultados, tus errores… todo se ve, se comenta, se comparte.
ree

¿Quién es ese ser que, detrás del teclado opina como si supiera todo? Siempre es alguien que no te conoce, Muchos de estos comentarios vienen de personas que proyectan en otros lo que no se animan a ver en sí mismas, Cuando alguien se siente pequeño por dentro, criticar a otro puede hacerlo sentir grande por un momento. No es poder real, es apenas una ilusión de control disfrazada de opinión.La crítica se convierte en un espejo de inseguridades no resueltas. Además, suelen opinar desde la volatilidad emocional: hoy sos un crack, mañana sos un fracaso. No hay una mirada estable, solo reacción al resultado del momento.


No es que esa persona tenga algo real que decirte, es que encontró en la crítica un lugar donde por fin siente que su voz pesa… aunque sea para herir, y lo hacen desde una total desconexión con tu proceso, sin haber estado en tus entrenamientos, sin conocer tus esfuerzos ni tus momentos difíciles. Y lo más importante: lo hacen sin asumir ninguna responsabilidad. La crítica anónima no se hace cargo. No hay consecuencias, no hay vínculo. Es fácil opinar cuando no hay nada que perder. Es muy fácil opinar cuando no hay vínculo ni consecuencia. 


Opina desde lejos, desde una tribuna digital, muchas veces sin nombre, sin rostro y sin responsabilidad”

Volvé a pensar 2 veces la próxima… a esta persona le estás cediendo el control de tu estado de ánimo y confianza?

Estamos tercerizando la confianza, cediendo el  manejo de  nuestra narrativa interna, dejar  que esa crítica defina tu valor es entregarle a otro el poder sobre tu bienestar emocional. ¿Tenés en claro quién sos más allá del resultado? ¿Podés sostener lo que pensas de vos  sin necesitar el aplauso? Esto también se entrena. Así como trabajás tu físico o tu técnica, podés fortalecer esa voz interna que te acompaña incluso cuando afuera gritan lo contrario.


¿Y si empezás a elegir a quién escuchar? No todo lo que se dice merece tu atención. No todo lo que suena fuerte es verdad. No todo merece lugar en tu mente ¿Qué pasaría si empezaras a filtrar?


En esta era donde las redes sociales amplifican tanto las voces externas  (de cualquiera) , quizás quiza sea útil empezar a usar algunos mantras:

"Twitter no  quien decide cómo me siento hoy”

“Un usuario sin foto de perfil no defina si valgo o no”

“Soy yo, con mis errores, mis logros, miss días regulares y mi historia real”

“Mi valor no empieza ni termina en una competencia”


Conocete, construiste porque cuando sabés quién sos, lo que digan los demás hace menos ruido.”

Comentarios


CABECERA MAYO 2021  - BLOG.001.jpeg
bottom of page