Un cuento psicológico: La épica de Sinner en el Australian Open

Recién estamos empezando el 2024 y el mundo del tenis ya ha sido testigo de una gran historia: el héroe del relato: Jannik Sinner. Su historia está marcada por logros notables y una gran dedicación al deporte que eligió. Con el diario del lunes en la mano y leyendo sobre su trayectoria, es fácil decir que Jannik Sinner es el mejor jugador italiano de la historia, aunque su camino hacia el tenis no fue siempre evidente; sus primeros años estuvieron marcados por la práctica de otros deportes, como el esquí, donde incluso se coronó campeón nacional en dos ocasiones.

Permítanme hoy contarles un relato, la historia del último capítulo (por ahora) de un joven tenista de pelo naranja que sin prisa pero sin pausa viene trabajando incansablemente en dejar una huella en el mundo del tenis. Con cada victoria, cada derrota superada y cada título conquistado, Sinner avanza con paso firme hacia la grandeza, estableciéndose como un gran ejemplo de constancia, paciencia y una gran disposición para aprender y evolucionar.

Su ascenso no solo se mide en títulos y clasificaciones, sino también en su mentalidad

madura y enfocada, que podemos ver reflejada en más de una anécdota y declaración pública. Por ejemplo, tras enfrentarse a Dimitrov en octavos de final del ATP Masters 1000 Roma 2020, Sinner demostró su madurez al admitir la superioridad de sus oponentes y expresar su paciencia para mejorar continuamente: "Hay oponentes mejores que yo y debo aceptarlo y tener paciencia para seguir mejorando. No tengo prisa, sé lo que debo hacer."

Volviendo a la historia: "En el reino del tenis, en un lado del campo de batalla se erguía Medvedev, el máximo caballero del tenis ruso, determinado en su camino hacia la final, empuñando su raqueta con la precisión de un hábil arquero. Caracterizado por su enfoque estratégico, independiente y analítico, demostrando poco de sus emociones; su juego era calculado y preciso, planificado y estratégico.

Por el otro lado del campo, se alzaba Sinner, un noble guerrero de imagen reservada, que con astucia y gran habilidad, iba mostrando poco a poco su destreza para tomar , decisiones con la rapidez de un sabio hechicero.

En esta batalla que al inicio no pintaba de épica, las raquetas eran sus espadas y las pelotas, su magia, Medvedev y Sinner se enfrentaban, cada uno con su estilo único y destreza, buscando alcanzar la gloria en el torneo que se desenvolvía como una leyenda de tiempos ancestrales."

A medida que voy escribiendo, me doy cuenta de que la historia completa sería muy larga, así que fiel a mi estilo, les regalo una historia muy resumida de lo que fue una gran remontada: nuestro protagonista colorado logró revertir una situación adversa al perder los dos primeros sets frente a Medvedev. A pesar de la contundencia inicial del ruso, Sinner esperó pacientemente su momento y capitalizó su única oportunidad para cambiar el rumbo del partido. ¿Sus armas? Su tenacidad y la resistencia física, evidentes a medida que avanzaban las horas. Su estrategia de desgaste gradualmente minó la fortaleza de Medvedev, quien se vio superado en el cuarto set. El partido continuó en la misma sintonía, y Sinner aprovechó un quiebre crucial para asegurar su victoria. El quinto set nos mostró un Sinner enfocado y decidido, aprovechando la ventaja psicológica de su remontada. A pesar de un esfuerzo final de Medvedev, el italiano logró cerrar el partido con un memorable quiebre, convirtiéndose en el séptimo jugador en remontar un 0-2 en finales.

Y así es como nuestro protagonista se coronó campeón del Abierto de Australia. El drama culminó con Sinner levantando el trofeo de campeón después de cinco sets intensos. Vale agregar, y resaltar que al recibir el trofeo y expresar su gratitud, Sinner dedicó unas emotivas palabras a sus padres, subrayando la importancia de un acompañamiento positivo de los padres donde los niños y adolescentes puedan tener la libertad de elegir su deporte y la ausencia de presión.

La Mentalidad de Sinner

Su camino hacia la cima en el Abierto de Australia 2024 es un relato lleno de conceptos psicológicos: su motivación intrínseca, gran concentración, autoconfianza en constante crecimiento, gestión de emociones y resistencia ante presiones externas destacan no solo sus habilidades físicas, sino también su fortaleza mental.

Motivación

Creo que la motivación intrínseca es un factor clave en el desarrollo de un deportista como profesional. En el caso de Sinner, desde sus primeros años, la capacidad de elegir su camino deportivo sin presiones externas ha cultivado una motivación genuina. Esta autonomía puede permitir a los jóvenes mantener una perspectiva clara de sus metas, proporcionándoles la energía necesaria para enfrentar los desafíos con determinación. En su camino hacia el Abierto de Australia, Sinner demostró una motivación constante al aceptar derrotas con paciencia y verlas como oportunidades de aprendizaje. Su mentalidad resiliente y su capacidad para mantenerse enfocado en el proceso, en lugar de solo en los resultados, han sido pilares fundamentales de su éxito.

Concentración: Mantenerse en el presente

El enfrentamiento contra Novak Djokovic evidenció una buena capacidad para mantener su atención en lo que era importante y controlable,  En un escenario donde Novak, ante la impotencia, no logró contenerse mostrando una de sus peores caras, dejando en evidencia su frustración y actitudes ante la presión, discutiendo con el árbitro y dando raquetazo a un micrófono; estas conductas del serbio, aunque no son nuevas, no dejan de sorprender. Ante este gran distractor,  Sinner logra mantener el foco y jugar estratégicamente. La concentración no solo se reflejó en su juego táctico, sino también en su capacidad para gestionar la presión y mantenerse sereno en situaciones intensas.

El equipo de Sinner:un elemento fundamental en sus triunfos

Autoconfianza

Recordemos que la autoconfianza no es una fe ciega, sino que es una creencia basada en hechos. La autoconfianza de Sinner ha evolucionado de manera notable a lo largo de su carrera. Desde romper la barrera del top 100 a los 18 años hasta vencer a Novak Djokovic en las semifinales del Abierto de Australia, cada logro ha alimentado su confianza en sí mismo. La seguridad en sus habilidades le permitió mantenerse firme durante la remontada, incluso cuando las probabilidades estaban en su contra. Este aumento de autoconfianza no solo se traduce en el rendimiento en la cancha, sino también en la gestión eficaz de la presión. Un elemento importantísimo a la hora de fortalecer la confianza es un evaluación post partido lo más productiva posible, al respecto a esto declaró que "En cuanto acabó el partido, estuvo charlando con su entrenador acerca de en qué aspectos debía mejorar para seguir dándome oportunidades de ganar torneos como éste”,  su ambición por seguir mejorando y humildad para trabajar a la vez de ser grandes cualidades son útiles herramientas para una seguir fortaleciendo su confianza.

Gestión de Emociones: Equilibrar la pasión y la razón

Un video se hizo viral donde la frase "sono morto" (estoy muerto), fue vista en sus labios mientras miraba a su equipo revelándonos su honestidad emocional del momento, sin embargo, en lugar de dejar que las emociones le sobrepasen, utilizó esta expresión como un catalizador para una remontada épica. Reconocer, validad y aceptar emociones de manera constructiva: una habilidad psicológica que distingue a los grandes deportistas y que a todos nos vendría muy bien entrenar.

Presiones Externas: Permanecer firme ante los pies del gigante

En un escenario tan prestigioso como el AO, las presiones externas pueden ser aplastantes. Pero el protagonista de la historia nos mostró nuevamente sus habilidades para mantener la calma y la compostura en situaciones. La victoria contra Djokovic y la remontada en la final pueden ser ejemplos de cómo Sinner pudo convertir la presión en motivación en lugar de caer a la carga de las expectativas.

Más allá de mi intento fallido de hacer un breve relato, este épico enfrentamiento nos revela nuevamente las conexiones entre el juego y la mente, entre el sentir, el pensar y el hacer. Desde la gestión emocional pasando por la la resiliencia demostrada al adaptar su juego. La autoconfianza evidenciada en la remontada y la concentración en puntos cruciales: recordemos las dificultades que tuvo en el peloteo durante casi dos sets, y que después, básicamente, no falló en los tres sets. El partido nos volvió a mostrar la ya innecesaria justificación de  la complejidad de factores mentales, que influyen en el éxito de los jugadores de élite.

Este enfrentamiento en el AO no solo fue un partido de tenis, sino un partido psicológico que nos mantuvo atentos en todo momento, creando un escenario emocionalmente intenso. Este acelerado pero emotivo relato nos deja una clara lección: no importa lo rápido que comiences; es la fortaleza mental, la capacidad de adaptación y la resistencia a la presión lo que determina el desenlace de la historia (por ahora..).

Esperemos que esta nueva generación del tenis nos siga dando historias que contar y lecciones en la cancha, estoy segura de que así será porque talento, esfuerzo y paciencia para conseguirlo no le faltan.

Fuente de las fotografías: APT Tour